martes, 28 de octubre de 2014

DELIRIO TITULADO


Aunque sea cada vez menos habitual, la distribución internacional se ha meado en la titulación original anglosajona con reiteración y ejemplos surrealistas
 
 
 
El mediocre -antes nulo- nivel de inglés del común de la ciudadanía patria, lógicamente, viene de épocas pretéritas y tiene un efecto colateral que atañe al cine. Para muchos, más que consecuencia es causa ya que otros países se han apoyado, además de en un sistema educativo más lógico y práctico en cuestión de idiomas, en el cine en versión original para practicar su inglés.

Como todos sabemos eso nunca ha pasado por estos parajes. La españolización del producto audiovisual foráneo va desde la chiquitización de El príncipe de Bel Air (1990) hasta la mención de “Julito Iglesias” en Top Secret (1984). Pero sin duda la quintaesencia del descojono estatal en este sentido se encuentra en la titulación. Aviso de que nadie pregunte a un anglosajón por Something to remenber, Algo para recordar (1993). En realidad se titula Sleepless in Seattle, algo así como Insomnio en Seattle para los menos instruidos en la lengua de Miley Cirus. North by Northwest o Con la muerte en los talones (1959); Rosemary’s baby o La semilla del diablo (1968); El Templo del oro o Firewalker (1986); alusiones vernáculas recientes como en Todo sobre mi desmadre o Get him in the Geek (2010); malabares semánticas como Este muerto está muy vivo, Bernie´s weekend (1989); alteraciones desconcertantes como Dr. Strangelove o ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964); tocadas de huevos de los responsables como en Knight & day o Noche y día (2010) -juego de palabras entre caballero, knight, y noche, night, que se solucionó por la tangente. A tomar por culo-; tácticas marketinianas para añadir cachondeo al tema como en La salchicha peleona o Beverly Hills Ninja (1997); o traducciones que pierden sentido al continuar la saga como en La jungla de cristal o Die hard (1988).

 
 
 

Asimismo, se ha configurado un subgénero de la rima, habitualmente destinado al público infantil y adolescente -mucho más proclives a una jocosa recepción de estos astutos guiños-, que tienen en Un canguro superduro, The pacifier (2005); Dos colgaos muy fumaos, Harold & Kumar go to WhiteCastle (2004); y Soñando, soñando… triunfé patinando, Ice princess (2005) algunos de sus referentes.

 

'SPAIN IS NOT SO DIFFERENT'

No obstante, si bien es cierto que muchos países han consumido cine en versión original y, en consecuencia, no traducían los títulos, existen otros que compiten con España en cuanto a este delirio titulado. Al parecer, en un spoiler de libro, los portugueses titularon Psicosis (1960) como La madre era él o El planeta de los simios (1968) como El hombre que vino del futuro. Los finlandeses siguieron, años más tarde esa corriente con Rita Hayworth es la clave para escapar o Cadena perpetua (1994). Se le concede el atenuante de que la novela original de Stephen King es Rita Hayworth and the Shawsank redemption.

 

En realidad, diversas webs aseguran que las latitudes donde de verdad se regocijan en esta disciplina son orientales. Los tailandeses se quedaron bien a gusto con Mi amor verdadero sufrirá cualquier situación indignante, Algo pasa con Mary (1998). Pero si hay una civilización que se ha pasado por el forro el concepto de titulación yankee –y general, en realidad- consistente en títulos cortos y directos es la china.

Parece ser que en la cuna de Mao Tse-Tung lo prefieren mascadito. Y bien explícito. De hay que Leaving Las Vegas (1995) se llame Estoy borracho y tú eres una prostituta; Babe, el cerdito valiente, El feliz algún día será comida que habla y resuelve un problema agrario (1995) o Batman &Robin (1997) –hablo de la indispensable obra de Joel Schumacher- Guapo, vente a mi cueva y ponte esta braguita de goma. Acojonante. Los autores de estos posts, publicados en sites de prestigio como 20minutos o Terra, juran por su madre que es cierto y, en ocasiones, uno prefiere creerse estos chascarrillos irrelevantes antes que verse decepcionado por la sobria realidad tras una breve investigación 2.0.